La lluvia ha respetado, finalmente, la noche del sábado de Aquelarre y unas 30.000 personas han disfrutado de una velada infernal en las calles y plazas de Cervera.
El encendido en la plaza de la Universidad en las 11 de la noche ha sido el pistoletazo de salida a una noche memorable en la que se han quemado unos 350 kilos de material pirotécnico ante un público entusiasmado y rendido a la magia de la 45 edición de una fiesta que ha sido espectacular. La concejalía de Aquelarre de la Paería de Cervera hace una valoración positiva de la fiesta que ha superado la amenaza de la lluvia y ha revalidado su poder de convocatoria. En paralelo·lel, los correfocs del Baile de Diablos de Cervera Carranquers y del Baile de Diablos de la Rápita han hecho estallar de fuego y pólvora las calles del centro histórico de la capital de la Segarra.
La lluvia ha pasado de largo de la capital de la Cervera y el espectáculo central de la fiesta, que ha recreado el infierno del clásico literario La Divina Comedia ha sido una explosión de fuego, pólvora y luz en el escenario de Cal Racó. El momento culminante ha llegado bien entrada la madrugada con el gran escurrido del Macho Cabró que ha hecho enloquecer a Cervera. más de 200 personas han participado en un espectáculo que ha tenido al frente de la dirección artística el cerverí Pol Bosch y todo el trabajo de la compañía Alea Teatre.
El Aquelarret
Otro de los momentos importantes de la fiesta de este sábado ha sido el pasacalle del Aquelarret que también ha sorteado la lluvia y ha contado con la participación de cerca de 200 niños en el marco de un recorrido que también ha salido de la plaza de la Universidad. La Aleación Infantil Baile de Diablos de Cervera Carranquers ha compartido el protagonismo con las pandillas invitadas del Baile de Diablos Infantil de la Rápita y el Ferafoc Petit de Sant Quintí de Mediona.
Más feria
La fiesta continuará esta tarde con la oferta de esoterismo y tarot en el marco de la Feria del Gran Boc, que se puede visitar en el recinto interior de la Universidad, en la Rambla Lluís Santpere y en la plaza Universidad. Una veintena de food trucks ofrecen todo tipo de atractivos gastronómicos.