Del 26 Alabama 28 d'agost, Cervera se convertirá de nuevo en la capital del fuego, la música y las brujas, con una nueva edición del Aquelarre que vuelve con todos los actos después de las limitaciones de la pandemia en los últimos dos años. Los ejes centrales de la fiesta pivotarán en torno al Encuentro de Bestias de Fuego de Cataluña, los correfocs, la Feria del Gran Boc, el Aquelarret, el espectáculo de las Band Tokades, y la esperada aparición del Macho Cabró que llenará Cervera de fuego, música, espectáculo y tradición el sábado por la noche.

MIÉRCOLES 13 JULIO 2022

La organización ya ha hecho públicos el cartel de este año del Aquelarre, que evoca una fiesta más viva y completa que nunca, después del paro del 2020 y la versión reducida del 2021.

Con la implicación de entidades y profesionales cerverinos, La Paeria ha logrado reactivar un Aquelarre que llegará con algunas novedades, como cambio de espacios o más actividades de la feria, que se presentarán próximamente cuando se hayan concretado todos los detalles.

Aquelarre nació el año 1978 y desde entonces se ha celebrado cada año, ininterrumpidamente, a excepción del 2020. La fiesta llega este año, pues, en su 44ª edición, como referente de fiesta del fuego y la música.

Los cartel del Aquelarre 2022

El cartel del Aquelarre 2022, diseñado por el joven cerverí Roger Farré, pone el foco en las brujas, históricamente mujeres sabias que dominaban las plantas medicinales para curar enfermedades. Por eso, en la parte superior del cartel se ve cómo están ofreciendo todo tipo de hierbas y plantas que podemos encontrar en la Segarra. Son representadas como mujeres empoderadas y con una libertad sexual que se contrapone con el cuerno fál·lica del macho que queda en un segundo plano, contemplativo, con la mirada fija al espectador.

El cartel incluye diferentes referencias al arte, como los sombreros de las brujas que se asimilan a los que representó Goya en “El vuelo de las brujas”, las posturas entorpecidas de “Brujas yendo al Sabbath” de Ricardo Falero, o la práctica sexual de “La mujer maldita” de Nicolás François Octave Tassaert.

En cuanto a los colores, se ha utilizado un verde oliva de fondo que representa la parte más natural de la medicina popular y contrasta con el degradado de naranjas y rojos del macho, que evocan la luz del correfoc.